Lo que no se vio en la televisión - La Mirada Maté

Algunas etapas de La Vuelta pueden parecen insulsas por la tele, pero dentro del pelotón había una tensión muy grande. La montonera de la etapa de Albacete se veía a venir.

Cuando llegamos al hotel tras la etapa que acababa en Molina de Aragón, mi compañero Juanjo Lobato yo nos pusimos la tele para ver la retransmisión. Quedaban unos 30 o 40 km para meta y mientras nos veíamos rodar, nos miramos: “¡Madre mía, pero si parece que vamos de paseo!”, comentamos. Nos sorprendió en gran medida porque, en realidad, había tanta tensión en el pelotón que si hubiéramos puesto una mecha, aquello explota.

En la televisión no se aprecia lo que lo que pasa ahí dentro. Estas etapas castellanas, con largas rectas, pueden ser etapas anodinas para el espectador, ya que aparentemente no pasa nada porque parece que simplemente se espera a llegar al esprint, pero... Si se pudieran escuchar los ruidos, los frenazos, percibir la velocidad a la que se va, ver cómo los corredores van codo con codo, cómo uno toca con la rueda del otro y luego otro se te mete delante, y cedes un metro y ya se te mete otro. Es la lucha para mantener la posición. Hubo un momento en la etapa, camino a Albacete, que incluso un cámara de Televisión Española me apuntó: “macho, ¡cómo ibais!” Sería genial que la tecnología avanzara para que se pudiera ver todo eso en directo, pinchar en vivo las cámaras on board o que, incluso, se pudiera escuchar lo que nos decimos a través de los pinganillos.

 

Es por todo eso que la montonera que se dio ayer a 10 km de meta era algo previsible. Se veía a venir, porque había mucha tensión, mucho frenazo, mucho bandazo. Es cierto las caídas son algo intrínseco del ciclismo y es muy complicado, por no decir imposible, evitarlas. Sin embargo, hay que tener en cuenta de que el hecho que haya tanta información disponible incrementa la tensión: todos los equipos saben cuando entra el viento, cuando hay un giro, cuando una carretera se estrecha. Además, en etapas como estas, todos los corredores tienen instrucciones de que hay que ir hacia adelante. Y la carretera la que es: no cabemos todos en las primeras posiciones.

Arriba: en la etapa 5ª de La Vuelta, Pelayo Sánchez (Burgos-BH), Oier Lazkano (Caja Rural-Seguros RGA) y Xabier Mikel Azparren (Euskaltel-Euskadi) protagonizaron la fuga del día (Imagen: Charly López / Unipublic). Abajo: Luis Ángel Maté durante el transcurso de la 4ª etapa (imagen: Markel Bazanbide)

En cambio, hay otros aspectos que sí que se ven en la televisión: cómo los equipos invitados estamos intentando mover la carrera. En el caso del Euskaltel, tenemos que disfrutar de estar en La Vuelta, honrarla, agradecer nuestra invitación y luchar con todo lo que tenemos para buscar una victoria. Estas fugas que a otros no les interesan, para nosotros son muy importantes.

Soy de los que piensan que debería haber más equipos invitados para que hubiera más lucha y que el ciclismo fuera más ofensivo, algo que echo de menos en la actitud algunos equipos WorldTour. Ese tipo de ciclismo de amarrategui creo que está haciendo daño y hace que unas etapas en las que podría haber lucha, sean insulsas. Y eso sí que lo ven los espectadores.

* Imagen cabecera: Charly López / Unipublic

* Contenido producido con el apoyo de Ekoi. Descubre más sobre el nuevo modelo de gafas Twenty que está estrenando el equipo Euskatel-Euskadi en esta Vuelta 2021.

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