La histórica Milano-Torino, que este año ha cumplido su 103ª edición, fue durante muchos años el clásico inicio del Giro d’Italia. El recorrido que une las dos ciudades más importantes de las regiones de Lombardía y Piamonte ha acogido en dieciséis ocasiones la Grande Partenza de la carrera. De hecho, la localidad turinesa ha sido la encargada de otorgar la primera maglia rosa un total de veinte veces. La última fue la temporada pasada, cuando Filippo Ganna consiguió la victoria en la contrarreloj inaugural.
Este 2022 reaparece en el recorrido, por cuadragésima segunda ocasión, con una jornada muy interesante e intensa. Queda prácticamente toda la montaña por delante en el Giro, pero este tipo de etapas pueden llegar a ser más decisivas. Un día clave para el lebrijano Juanpe López, que podría seguir aumentando el sueño de vestir la maglia rosa.
Recorrido de la 14ª etapa: Santena - Torino (147 km)
El característico terreno quebrado próximo a Torino marca la jornada. Tras un primer bucle en los alrededores de la capital del Piamonte, donde superarán Il Pilonetto, se introducen en un circuito con acumula más de 3.000 metros positivos una vez pasen por el Monumento a Fausto Coppi. Serán dos vueltas en las que deberán hacer frente al Superga (5,4 km al 8,6%) —final de la Milán-Turín 2021 en la que se impuso Primoz Roglic— y al Colle della Maddalena (3,5 km al 8,1%), que se estrena en una carrera profesional.
Esta última cota alcanza porcentajes del 20% en la zona central, y una media cercana al 12% en sus dos primeros kilómetros de ascensión. Un punto clave teniendo en cuenta que en su segundo paso se corona a falta de 15 kilómetros. El descenso será muy rápido, con alguna zona técnica, entre casas, y sobre una carretera rugosa en ocasiones estrecha. Tan solo el repecho del Parco del Nobile, a 5 km del final, romperá la tendencia descendente que conducirá a los ciclistas hacia la meta situada a la orilla del río Po. Una auténtica emboscada propicia para generar tensión entre los favoritos a la general.
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Favoritos
La igualdad se ha apoderado del Giro d’Italia, por lo que cualquier pequeña diferencia puede ser clave para decidir la victoria final. En este sentido, una jornada como la de Turín puede llegar a ser incluso más decisiva que cualquier etapa de alta montaña. El terreno es propicio para que haya ataques, y el propio empuje del pelotón para acelerar permitiría pensar en que los implicados en la general entren de lleno en la disputa, también, por el triunfo de etapa. Dependerá de la intención durante los kilómetros iniciales, dejando marchar o manteniendo controlada la posible escapada.
Uno de los equipos que mayores galones han asumido, a pesar de no portar el rosa, ha sido el Ineos-Grenadiers. En esta etapa, sería descabellado pensar en que no estableciesen la misma estrategia. Además, el estilo más explosivo de Richard Carapaz le convierten en una ciclista que podría lanzarse encarecidamente a por el doble objetivo: ampliar la diferencia en la general y sumar el triunfo de etapa. En este segundo aspecto, no hay que descartar tampoco a João Almeida (UAE Team Emirates) en una jornada que le podría beneficiar.
Ciclistas como Mikel Landa, Jai Hindley, Domenico Pozzovivo o Emmanuel Buchmann, que necesitan puertos más largos en los que la resistencia sea el punto fuerte, deberán evitar cualquier pequeño corte que les aleje del grupo cabecero, pero será complicado que puedan estar en la batalla por la victoria. Sin embargo, tanto Pello Bilbao (Bahrain-Victorious) como Alejandro Valverde (Movistar Team) sí que cuentan con esa punta de velocidad que en un final de este estilo podrían acabar con la sequía española en caso de que llegue un grupo reducido.
Por su parte, el británico Simon Yates (Team BikeExchange) cuenta con un margen suficiente para tratar tanto un intento por infiltrarse en la fuga como un ataque en la parte final desde el pelotón. La irregularidad es su talón de Aquiles, pero sin duda una etapa con una dureza de estas características y puertos cortos puede servirle para mostrar su naturaleza arrolladora y sumar un nuevo triunfo en su palmarés. Una situación similar a la de Vincenzo Nibali (Astana Qazaqstan). El italiano no tiene una renta que le permita moverse con mucha libertad, pero tiene una capacidad para afrontar los descensos con una delicadeza única.
Imagen de cabecera: Getty
