El Tourmalet del Massi Baix Ter

Tras cinco años en la élite del ciclismo femenino, el equipo catalán competirá este 2024 en la categoría Nacional después de no conseguir la financiación necesaria para cumplir las nuevas exigencias de la UCI. Una vuelta a los orígenes que afrontan con la intención de volver al segundo escalón internacional en un futuro próximo.

Lejos queda hoy aquella temporada 2018-2019, en que el Massi-Tactic Women’s Team de Torroella de Montgrí (Girona) echaba a rodar. El primer equipo catalán en la historia de la categoría UCI en disciplina femenina se lanzaba de lleno a una aventura que, cinco años después, promete muchas más a pesar del momento actual. “Trabajamos año a año, el ciclismo femenino ha crecido muy rápido y nosotros intentamos adaptarnos”, explica el responsable del equipo, Sergi Güell. En 2024, el equipo bajará una categoría para adaptarse a las exigencias de las nuevas directrices pero este cambio no altera su rumbo.

Sin marcarse metas a largo plazo, el ahora Massi Baix Ter Women's Team ha logrado tener una seña de identidad que marca su camino dentro del pelotón nacional e internacional. “La clave es no fallar, ni a nuestros sponsors, ni a las corredoras, ni a la afición. Aunque seamos un equipo pequeño, no tenemos miedo” afirma Güell. Y no es algo que digan en vano. 

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El Consejo Ciclista Profesional anunció a finales de 2022 una nueva normativa a cumplir en 2024 para los equipos ciclistas femeninos de la categoría Continental, a la que pertenecía el Massi. Uno de los puntos obligaba a tener en alta laboral las ciclistas, lo que supone un gran esfuerzo económico que obligaba al conjunto catalán, y a muchos otros del circuito UCI, a hacer lo imposible para sobrevivir. Pero en octubre se conoció que el hasta hace poco Massi-Tactic no conseguía la financiación necesaria para seguir corriendo en el segundo nivel del ciclismo femenino. Esto los relegaba a una posición inferior, la categoría Nacional. Aun con este duro revés, no se rinden. “Para la temporada que viene seguiremos trabajando con una estructura UCI. Es un sobreesfuerzo para nosotros, pero confiamos volver al nivel Continental de cara a 2025 ", sentencia Sergi Güell.

 La situación del nuevo Massi Baix Ter Women’s Team la han sufrido otros muchos equipos. Pero las restricciones económicas han provocado un efecto dominó en que muchos equipos del circuito UCI han caído, lo que de rebote ha liberado a corredoras que se incorporan al Massi Baix Ter. “Para este año mantenemos un bloque muy potente, formado por una mayoría de corredoras catalanas, además de dos valencianas y una de León”, confirma Güell. Nueve de ellas vienen de conjuntos UCI, y suplen a corredoras internacionales que han dejado el Massi. “Algunas ciclistas internacionales han tenido que dejar el equipo porque el coste es mayor aunque muchas de ellas querían seguir” apuntan. Una seña de identidad, la del Massi, que provoca que, aun bajando de categoría, muchas ciclistas quieran recalar en sus filas. 

Gracias a este trabajo durante los últimos 5 años, y a pesar del cambio de categoría, el conjunto ampurdanés podrá seguir participando en rondas ciclistas de renombre dentro del circuito UCI. Todo ello por un esfuerzo constante que les ha servido ahora como colchón para no caer del todo.  “En todo este tiempo hemos crecido mucho, más de lo que esperábamos; hemos doblado nuestro presupuesto, el nivel de nuestras corredoras, los recursos, materiales, etc. Todo esto te lleva a cubrir un calendario más extenso y a atraer sponsors”, explica Sergi Güell.

Aún así, están lejos del actual momento que vive el ciclismo femenino. Equipos del circuito World Tour masculino están replicando sus estructuras en el ciclismo femenino, con todos los recursos y presupuesto que ello conlleva. “Hace cinco años, estas estructuras profesionalizadas no existían. El ciclismo femenino ha crecido más rápido de lo que podía hacerlo”, afirma el responsable del equipo.

Nacido por necesidad

El Massi-Tactic nació de una necesidad, tener una estructura que garantizara el poder competir en ciclismo de carretera. En toda Catalunya no existía nada así, y fue a partir del Club Ciclista Baix Ter de Torroella de Montgrí, en Girona, y que este año celebra su trigésimo tercer cumpleaños, donde nació esta idea. “El club estaba dedicado a la mountain bike, pero tuvimos una generación de buenas corredoras que querían pasarse al ciclismo en carretera. Como en todo el territorio no había posibilidad alguna para garantizarles esa necesidad, apostamos por ello”, explican desde el equipo.

Foto de familia de la plantilla y el staff del Massi-Tactic durante la temporada 2023

En lo que por entonces se conocía como Catema.cat, la estructura creció hasta llegar a la categoría sub 23. “La única forma de seguir mejorando junto a nuestras corredoras era tener un equipo UCI, y así lo hicimos”, recuerda Sergi Güell. Un equipo pionero en Catalunya, que tenía como objetivo futuro conformar una plantilla dónde la mayoría de corredoras fueran catalanas aunque, hoy en día, eso no sea viable por distintas razones. “Todas las grandes ciclistas locales del circuito han pasado por nuestras filas pero no las podemos retener por un tema económico”, enfatizan desde el equipo. 

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Una de ellas es Mireia Benito, la corredora que ahora compite en el AG Insurance-Soudal Quick-Step, en la máxima categoría del ciclismo mundial, llegó al aún Catema.cat en su último aliento, justo antes de convertirse en Massi-Tactic. “Yo pasé del básquet al ciclismo, y aquí me dieron una oportunidad para crecer. Era un proyecto ilusionante, porque era el primer proyecto de ciclismo femenino catalán relativamente profesional”, explica.

Con el paso de los años, Benito creció junto al equipo, una evolución que, admite, fue a pasos agigantados. “Íbamos aprendiendo mientras crecíamos juntos año a año, siempre teniendo en cuenta las limitaciones del deporte femenino. Del Massi-Tactic del primer año al de ahora, hay un salto enorme”, relata. El problema principal con el que se encontró fue con la falta de recursos que el equipo le podía dar para ser profesional. “Como país vamos tarde en dar ayudas para que el deporte, en especial el femenino, crezca. Hay deportistas como yo que están obligadas a dar el salto si quieren ser profesionales”, sentencia. 

“Sin base no hay crecimiento”, añade Sergi Güell. El Club Ciclista Baix Ter de Torroella de Montgrí, una de las canteras ciclistas de mayor importancia de todo el territorio catalán, cubre la experiencia hasta los 14 años. De ahí a los 18 en que empieza la categoría sub 23, existe un salto que el Massi-Tactic aspira a cerrar. “Es una de nuestras apuestas de futuro, pero de momento nos centramos en lo que podemos hacer bien. No sería inteligente querer aspirar a todo, porque no llegaríamos”, relata.

Mireia Benito durante la presentación de equipos de la primera etapa del Tour Femenino (Fotografía: Bastien Gaston)

En 2019, el Massi-Tactic formó con 5 corredoras catalanas para configurar una estructura donde se sumaban otras corredoras del Estado. “Catalunya no tiene un volumen grande de ciclistas, hay pocas que estén a un nivel alto. Sin una base formativa no habrá corredoras catalanas, y sin ellas lo que existe son equipos catalanes sin participantes locales, lo que se aleja de nuestro objetivo a largo plazo”, explica Güell. Para Mireia Benito, el problema está en la élite. “Si no mejoramos en la categoría principal, y demostramos que se puede vivir de esto, las chicas que suben de la base no tendrán una motivación para llegar a lo más alto. Faltan referentes, en categoría World Tour no hay ninguna corredora catalana”, señala. 

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Aún con todo esto, y gracias a su buen trabajo en los últimos años, el Massi se ha ganado un nombre dentro del pelotón nacional. “El Movistar juega a otro nivel. Luego está el Laboral Kutxa, que tiene un presupuesto mayor, pero a nivel deportivo no tenemos nada que envidiar, estamos en ese segundo escalón”, aseguran desde el equipo. Es por eso que coinciden en que en España no tienen nada que perder. “Nosotros tenemos la responsabilidad de no fallar en casa, en Catalunya. Fuera de aquí queremos demostrar que podemos luchar contra las demás ciclistas, pero no tenemos esa responsabilidad de ganar.” 

La clave para mejorar, no fallar a quien te apoya

Aunque el equipo salió adelante, en un principio fue complicado encontrar patrocinadores. “Para presentar un proyecto UCI, debes enviar toda la documentación meses antes, así que alguien debía apostar por nosotros cuando aún no había nada hecho”, recuerda Sergi Güell. Empezando por la Generalitat o las marcas que dan nombre al equipo, el Massi tiene hoy patrocinadores locales como Buff, y otros de fuera del país como Pirelli. “Todo esto está cambiando. Hace cinco años no se televisaba ninguna carrera, ahora se pueden ver todas”, apuntan desde el conjunto catalán.

Lo que generan los equipos femeninos sigue siendo inferior al impacto de una competición masculina, pero existe una tendencia al alza. “Marcas privadas apuestan por nosotros por dos aspectos; uno, que confían en nuestro trabajo, y dos, porque respaldan al deporte femenino”, remarca Güell. Be the change es el eslógan al que se acoge el equipo, “es un cambio en el que todos estamos inmersos. Nosotros, como referentes del ciclismo femenino, lo debemos potenciar ya no sólo para las chicas que lo quieren practicar, sino para la sociedad, para que crean en este deporte”. 

En su primera temporada, el Massi-Tactic estaba compuesto sólo de corredoras españolas, pero a medida que mejoraba el proyecto, llegaban ciclistas extranjeras. “Esto fue un síntoma de que mejorábamos. Que gente de fuera se interesara era algo serio”, recuerda Mireia Benito. Con 14 corredoras del país en su primer año, el Massi-Tactic incorporó a 5 internacionales en su segunda temporada, de las que destacaron Maaike Coljé (Países Bajos) y Agua Marina Espínola (Paraguay), quienes estuvieron dos años en el conjunto catalán. 

Esta última temporada, ya con las bajas de Mireia Benito y María Trias, dos de las corredoras catalanas que mejor rendimiento han tenido en el equipo, el Massi-Tactic contaba con 4 corredoras catalanas en sus filas: Estefanía Jiménez y Elisabet Escursell, de Terrassa, Iris Gómez, de Lleida, y Patricia Ortega, de Vallirana. Eran las únicas representantes locales en un equipo de 12 ciclistas para afrontar la quinta temporada en la élite. De entre estas, nombres como el de la ciclista rusa Valeria Valgonen han brillado en carreras como la ReVolta, con un top20, o la Vuelta a Burgos, con un top 5.

Estos resultados han ayudado al actual Massi Baix Ter Women’s Team hacerse un nombre en el pelotón y a ser llamado esta temporada a participar en carreras de categoría UCI a pesar de estar en una categoría nivel inferior. “Empezaremos el año corriendo en la Setmana Valenciana, una de las carreras con más prestigio en España. También estamos invitados a la Vuelta a Andalucía, a Extremadura, etc. El trabajo hecho las temporadas anteriores nos permite estar en la mayoría de carreras de España y el sur de Europa, aun siendo equipo Nacional”, explican. 

Así pues, el Massi Baix Ter encara su sexta temporada volviendo, en parte, a lo que fue en sus inicios. Con un pelotón mayormente compuesto por gente de casa, pero de un alto nivel, afrontan su Tourmalet particular con la intención de volver a la categoría Continental. No será tarea fácil porque, más allá del sobresfuerzo que hacen desde el equipo, necesitan marcas y empresas que refuercen el proyecto económicamente para afianzarse a un nivel superior. “Aunque la Federación Española quiera que el ciclismo femenino sea 100% profesional, muchos de los equipos no hemos conseguido patrocinios para que así sea” recuerdan.

Sin embargo, confían en que esta situación pueda revertirse: “Esperamos que este paso atrás, no solo nuestro, sino del ciclismo femenino español en general, sirva para que la gente se dé cuenta de que no todo lo que reluce es oro”, recuerdan. Sin un sector privado que respalde un deporte como el ciclismo femenino, este pende de un hilo. Por ello desde el Massi Baix Ter piden ese voto de confianza. Y no es una petición vacía, cinco años de trabajo y esfuerzo les avalan.

 

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