La sexta etapa del Tour de Francia Femenino ha vuelto a ser una dura etapa en la que las altas temperaturas y los diversos intentos de escapada en un terreno escarpado han sido la tónica dominante. Además, era la última oportunidad para conseguir alguna victoria para los equipos sin opciones en las dos exigente y selectivas etapas final: la séptima de alta montaña con final en el puerto de categoría especial del Tourmalet y la octava, con la contrarreloj en Pau.
Emma Norsgaard, la que fue la ganadora final de la etapa, explicaba en la salida que tenía previsto luchar para meterse en la fuga del día e intentar conseguir una victoria parcial en este Tour Femenino. Dicho y hecho: consiguió escaparse del pelotón en una de las cotas del día aprovechando algunos ataques de otras corredoras como Sandra Alonso (Ceratizit-WNT) y Agnieszka Skalniak-Sojka (Canyon//Sram), que finalmente terminaron formado el trio que mantendría el pulso con el pelotón durante 90 kilómetros.
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Las tres tenían en mente intentarlo. «Ese era el objetivo de hoy: entrar en fuga —comentaba Sandra Alonso después de haber cruzado la línea de meta en Blangnac—. Quería pelear un poco con el pelotón, porque que durante este tour las fugas está funcionando, están llegando, porque están yendo muy rápidas. Y, bueno, esa la intención, pero yo no he podido".
Alonso, entre Skalniak-Sojka y Norsgaard, durante la sexta etapa del Tour Femenino (Foto: Iván Arribas)
La alicantina se lamentaba, todavía con el pulso tembloroso por el esfuerzo, de que justo a 4 kilómetros de meta se desfondó, no pudo seguir el ritmo de sus compañeras de fuga y fue absorbida por el pelotón cuando tan solo quedaba 2 kilómetros para el final. "Al final no he podido seguir el ritmo. Ha sido muy duro. Porque ha sido una escapada muy temprana e iban compañeras de fuga muy fuertes y, bueno, he intentado también darlo todo para llegar y al final me ha pasado factura. Igual debí haber guardado un poco más o haber regulado más...", comenta.
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Alonso, Skalniak-Sojka y Norsgaard mantuvieron una lucha constante con el pelotón durante 90 de los 122,5 kilómetros de la etapa con principio en Albí y final en Blagnac. Llegaron a tener poco más de 2'' pero por detrás nunca dejaron que se marcharan demasiado lejos y en los último 30 kilómetros, equipos con velocistas como el DSM, habían conseguido empezar a reducir la diferencia por debajo de 1'. Eso provocó un desgaste enorme. "Pero... en estos casos es difícil no darlo todo, ¿no? —confiesa la corredora del Ceratizit-WNT—. Cuando te ves a 10 y a 5 de meta, casi ahí, pues quiero dar más, más, más y más. Pero, bueno, esto es así, a veces hay que arriesgar. A veces sale y otras veces, pues pasa esto".
Foto: Thomas Maheux
A pesar de la decepción, Alonso hace un balance positivo de su actuación en esta etapa, que llega tras haber realizado unos muy buenos campeonatos de España y estar totalmente recuperada de una caída en la París-Roubaix que le provocó la fractura de una clavícula. "Sí, estoy contenta de haber estado ahí peleando y puedo decir que estado a 5 de meta con opciones, aunque da rabia estar tan cerca y que al final no haya sido posible".
Foto cabecera: Getty