Giro d'Italia 2022 - previa etapa 16: 'tappone' alpino

Jornada decisiva en el Giro de Italia con más de 5.000 metros de desnivel positivo y las subidas al reconocido Mortirolo y al Valico di Santa Cristina, que presenta porcentajes de hasta el 12% en su parte final. Terreno para generar diferencias importantes entre los implicados en la general.

El temido y definitivo tercer bloque arranca con una jornada que define la personalidad del Giro d’Italia. Cerca de los 5.300 metros de desnivel acumulado, tres colosos alpinos y más de 200 kilómetros de longitud para concluir en una localidad que es sinónimo de la corsa rosa: Aprica. Una ciudad que regresa a la ronda italiana como final de etapa después del año 2015, cuando Mikel Landa se impuso con autoridad —su segunda victoria consecutiva en aquella edición de la corsa rosa— en la exhibición de Alberto Contador en el Mortirolo tras una avería mecánica. 

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Recorrido de la 16ª etapa: Salò - Aprica (202 km)

Posiblemente, la jornada más exigente del Giro d’Italia 2022 con permiso de la etapa dolomítica del próximo sábado. El Godetto di Cadino (19 km al 6,2%), que se corona cerca de los 2.000 metros de altitud, será tan solo un anticipo y, además, el encargado de confeccionar una previsible fuga con integrantes muy fuertes. Tras su largo descenso se abre un periodo de transición atravesando el valle del rio Oglio camino de Malonno y Edolo, donde la carretera comenzará a incrementar los porcentajes hacia Monno.

Este pequeño pueblo alpino marca el inicio del mítico Passo del Mortirolo (12,6 km al 7,6%). Es cierto que se asciende por su vertiente más “suave”, pero aún así se acumulan muchos kilómetros con pendientes por encima del 8,5% y una parte final con rampas que alcanzan el 10%. Su incidencia en carrera quizá no sea tan protagonista como en otras ocasiones, pero sin duda dejará huella en carrera; también por su descenso estrecho, repleto de curvas y sombreado por los árboles. 

 

 

En la parte final de la etapa, después de un impás cercano a los 25 kilómetros y próximo a la frontera con Suiza, se encadenan el Teglio (5,7 km al 8,7%), que no ha sido catalogado como puerto puntuable, y el Valico di Santa Cristina (13,5 km al 8%). El inicio es algo más llevadero, con pendientes en torno al 7%, pero una vez se alcanza la iglesia que da nombre a esta subida se acumulan más de 6 kilómetros con porcentajes por encima del 10,5% y algunos tramos incluso superiores al 12%.

Favoritos 

El rendimiento de Richard Carapaz es inversamente proporcional al que está exhibiendo el conjunto Ineos-Grenadiers, por ahora, en el Giro d’Italia. El ecuatoriano se ha mostrado muy sólido, pero en gran parte solitario. Tras un inicio en el que asumieron la responsabilidad y mantuvieron el control del pelotón, en las jornadas montañosas no se ha apreciado el mejor nivel de Richie Porte, Pavel Sivakov o el joven Ben Tullet. Tanto para una actitud ofensiva como defensiva va a necesitar arroparse en el equipo con el objetivo de mantener el liderato.

El equipo que, de forma sorprendente, puso patas arriba el Giro d’Italia fue el Bora-Hansgrohe. Cuenta con un equipo potente con Wilco Kelderman, Emmanuel Buchmann, séptimo en la general, y, sobre todo, Jai Hindley. El australiano ha recuperado su mejor versión tras un 2021 aciago y se ha convertido en uno de los grandes aspirantes a una maglia rosa que rozó hace dos temporadas. Por el momento, se está mostrando muy consistente y en una hipotética llegada en un grupo reducido, teniendo en cuenta la igualdad vivida hasta ahora en el Giro, tiene la velocidad suficiente para conseguir la victoria parcial, como hizo en el Blockhaus.

Aquel día uno de los que decidió animar la carrera fue Mikel Landa (Bahrain-Victorious). Uno de los puntos fuertes del ciclista de Murgia es su rendimiento en la tercera semana y, a diferencia del día de Turín, este tipo de jornadas con puertos más largos y no tan explosivos, se adecúan mejor a sus características; además ya sabe lo que es ganar en Aprica en 2015. Empieza el terreno para recuperar el minuto de diferencia perdido, siempre y cuando haya fuerzas, y en ese aspecto la figura de Pello Bilbao puede ser clave en la estrategia. Quizá la única etapa, junto con la penúltima en Los Dolomitas, con una identidad propicia para sus habituales ataques lejanos.

Será una etapa en la que un ciclista como Joao Almeida (UAE Team Emirates) medirá de forma definitiva si puede seguir en la batalla por la victoria. Es un corredor aguerrido, tenaz y con una capacidad de sufrimiento y resiliencia extraordinaria. Se mantiene tercero en la general, a tan solo 30 segundos, por lo que los escaladores son conscientes que deben noquearlo antes de la contrarreloj final. Los porcentajes de dobles dígitos constantes en Santa Cristina pueden ser definitivos para el portugués. 

También hay que prestar atención a las opciones de un Vincenzo Nibali (Astana Qazaqstan) que demostró estar con los mejores en Turín. Sin embargo, esta etapa es completamente diferente y con una dureza muy elevada. No tiene nada que perder, por lo que no sería descabellado pensar en un ataque con tintes de otra época. Por otro lado, se trata de su única alternativa para recuperar los casi tres minutos que ha cedido en la general.

Imagen de cabecera: Bahrain-Victorious

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